Don Carnal llega a Guardo con paraguas
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Guardo se visitó ayer de Carnaval, aunque el tiempo no acompañó a los más de quinientos vecinos que desfilaron por las calles en una fiesta recuperada en los últimos años, en la que niños y mayores se convierten en indiscutibles protagonistas.
Aunque el tiempo no era el más propicio para desfilar, los guardenses, que llevaban tiempo preparando sus disfraces, no se dieron por vencidos y a primeras horas de la tarde comenzaron a llegar participantes hasta la céntrica plaza del Ayuntamiento.
Los primeros en llegar fueron los animados residentes, del centro sociosanitario, disfrazados de indios, que estuvieron bailando junto con la charanga que les acompañaba en los soportales de un edificio cercano, esperando a que llegase el resto de los participantes y a que cesara la lluvia.
Posteriormente llegaron las amas de casa con su recién estrenado disfraz de mejicanas, que durante todo el recorrido consiguieron mantener la sonrisa de los espectadores, que contemplaban sus artes de bailarinas y animadoras del cotarro.
De todas las épocas
Así, grupo a grupo, el Carnaval se fue animando con los gritos de ‘arriba la espada’ de los bucaneros del colegio Vegarredonda o de los disparos del cañón que portaban los integrantes de la peña Alacrán, que con cada disparo consiguieron que las charangas aumentaran la intensidad de sus piezas. Tampoco dudaron en bailar al compás de la música los mayores del centro de día, que aportaron también su granito de arena para que, finalmente y entre la lluvia, el desfile se pusiera en marcha por varias calles del centro urbano de Guardo.
Durante casi una hora, las charangas amenizaron el desfile, que contó además con la presencia de todos los colegios de la localidad y de colectivos como Adecas, la asociación Candajo y varios grupos de vecinos, entre los que destacaron unos cíngaros y unos dálmatas, junto a la temida Cruella Deville, que esta vez se portó bien con los perritos y no los secuestró para hacerse un abrigo de pieles, aunque más de uno aventuró esta posibilidad, dado el frío que se registraba en la localidad guardense.
Aunque el recorrido se acortó para evitar que los participantes se empaparan de agua, mucha gente salió de sus casas para contemplar la comitiva, que caminaba algo más rápido de lo normal, como deseando llegar a su destino, la plaza del Ayuntamiento, para iniciar los primeros el tradicional reparto de chocolate con bizcochos.
Una celebración similar tuvieron los alumnos y padres del colegio Amor de Dios de la localidad, que vestidos de brujas pudieron disfrutar del chocolate en los soportales del patio del centro. También los mayores del centro de día continuaron su fiesta en el centro con un baile, aunque han preferido dejar la celebración de la festividad para el lunes por la tarde.
Todo el recorrido fue amenizado este año por cuatro charangas contratadas por el Ayuntamiento, entidad organizadora de los actos. Los grupos musicales se fueron intercalando entre los diferentes grupos de disfraces para poner la nota musical y festiva.
Diversos establecimientos comerciales y empresas han colaborado con la institución local en la celebración del gran desfile de Carnaval de ayer, el espectáculo más importante de estos días de música y disfraces.
Al concluir el recorrido, los participantes y los espectadores pudieron disfrutar de un humeante chocolate acompañado de diversa repostería.